En la sociedad actual de la información y comunicación, las empresas tienen que cumplir una triple función que es informar, ser transparentes y coherentes con su valor añadido y que les diferencien del resto de empresas. Esta triple función se desarrolla a través de su imagen corporativa.
La imagen corporativa es cómo se percibe una compañía, la imagen generalmente aceptada de lo que la empresa "significa", por lo que la creación de una imagen es un ejercicio en la dirección de la percepción.
Es creada utilizando principalmente campañas comunicacionales, plataformas web (páginas web, redes sociales) y otras formas de promoción para sugerir un cuadro mental al público.
La imagen corporativa no sólo la constituye el producto y servicio como tal, sino también la presentación de los productos, la marca o nombre comercial, la forma, el color, el olor, los iconos, la música, el logotipo, el eslogan, etc.
Igualmente, dentro de la imagen corporativa estará la misión, visión y valores, así como cualquier otro elemento que queramos que nos caracterice (por ejemplo el trato personalizado, la innovación, la flexibilidad, la pasión, etc.). En definitiva, combinar la imagen corporativa con la cultura empresarial.
Esta identidad corporativa (misión, visión y valores), unida a la comunicación corporativa da lugar a la imagen corporativa de la entidad frente a los clientes, proveedores, competencia y sociedad en general.
Para fabricar nuestra imagen corporativa también hay que trabajar el lenguaje a emplear, y así como adaptarnos al entorno en que nos encontramos. Si ponemos de ejemplo las redes sociales no debemos comportarnos igual. Se utilizará un tono distendido de Facebook, un tono formal de LinkedIn, un tono escueto y directo de Twitter, amplitud y extensión en blogs y jugar con el tema visual en Pinterest.
NO CONFUNDIR MARCA CON IMAGEN CORPORATIVA Una marca es una identificación comercial con la que se ofrece un producto o servicio en el mercado. Las empresas crean y registran su propia marca (normalmente el nombre comercial unido a un logotipo y se inscribe en la Oficina Española de Patentes y Marcas).
La imagen corporativa va más allá, ya que se refiere a cómo se percibe una compañía, englobando tanto la marca como cualquier otro elemento (sea material o no) que hace a la empresa única y diferente.
A diferencia de la marca, que se puede generar a través de medios publicitarios, la reputación no está bajo el control absoluto de la organización, sino que la fabrican también el resto de personas cuando aportan sus opiniones. Y esto es especialmente importante en internet, dónde resulta fácil verter opiniones a través de mecanismos como foros, blogs o redes sociales. Las opiniones y comentarios subidos a las redes sociales son accesibles a todo el público, lo que permite que otros usuarios hagan sus propios juicios de valor
Para transmitir siempre y en todo caso la auténtica identidad corporativa es necesario dos elementos:
La ventaja competitiva empresarial, lo marca la capacidad de diferenciarse y ser única, ya que el motivo que determina finalmente la compra de un producto o servicio frente a otro, responde en gran medida a factores emocionales más que a racionales.
CLAVES PARA MEJORAR Y REFORZAR LA IMAGEN CORPORATIVA
La imagen corporativa es cómo se percibe una compañía, la imagen generalmente aceptada de lo que la empresa "significa", por lo que la creación de una imagen es un ejercicio en la dirección de la percepción.
Es creada utilizando principalmente campañas comunicacionales, plataformas web (páginas web, redes sociales) y otras formas de promoción para sugerir un cuadro mental al público.
La imagen corporativa no sólo la constituye el producto y servicio como tal, sino también la presentación de los productos, la marca o nombre comercial, la forma, el color, el olor, los iconos, la música, el logotipo, el eslogan, etc.
Igualmente, dentro de la imagen corporativa estará la misión, visión y valores, así como cualquier otro elemento que queramos que nos caracterice (por ejemplo el trato personalizado, la innovación, la flexibilidad, la pasión, etc.). En definitiva, combinar la imagen corporativa con la cultura empresarial.
Esta identidad corporativa (misión, visión y valores), unida a la comunicación corporativa da lugar a la imagen corporativa de la entidad frente a los clientes, proveedores, competencia y sociedad en general.
Para fabricar nuestra imagen corporativa también hay que trabajar el lenguaje a emplear, y así como adaptarnos al entorno en que nos encontramos. Si ponemos de ejemplo las redes sociales no debemos comportarnos igual. Se utilizará un tono distendido de Facebook, un tono formal de LinkedIn, un tono escueto y directo de Twitter, amplitud y extensión en blogs y jugar con el tema visual en Pinterest.
NO CONFUNDIR MARCA CON IMAGEN CORPORATIVA Una marca es una identificación comercial con la que se ofrece un producto o servicio en el mercado. Las empresas crean y registran su propia marca (normalmente el nombre comercial unido a un logotipo y se inscribe en la Oficina Española de Patentes y Marcas).
La imagen corporativa va más allá, ya que se refiere a cómo se percibe una compañía, englobando tanto la marca como cualquier otro elemento (sea material o no) que hace a la empresa única y diferente.
A diferencia de la marca, que se puede generar a través de medios publicitarios, la reputación no está bajo el control absoluto de la organización, sino que la fabrican también el resto de personas cuando aportan sus opiniones. Y esto es especialmente importante en internet, dónde resulta fácil verter opiniones a través de mecanismos como foros, blogs o redes sociales. Las opiniones y comentarios subidos a las redes sociales son accesibles a todo el público, lo que permite que otros usuarios hagan sus propios juicios de valor
Para transmitir siempre y en todo caso la auténtica identidad corporativa es necesario dos elementos:
- Cuidar la comunicación más allá de la pura publicidad, insistiendo en el mensaje que se quiere dar, con independencia del medio empleado para ello.
- Cuidar a las personas que forman parte de la empresa, sin olvidar que los principales clientes y consumidores de una empresa son sus propios trabajadores y socios. Son ellos y sus actitudes y comportamientos los que más influyen en la imagen de la empresa.
La ventaja competitiva empresarial, lo marca la capacidad de diferenciarse y ser única, ya que el motivo que determina finalmente la compra de un producto o servicio frente a otro, responde en gran medida a factores emocionales más que a racionales.
CLAVES PARA MEJORAR Y REFORZAR LA IMAGEN CORPORATIVA
- Elige y potencia un buen nombre comercial y marca, con independencia de cuál sea el nombre fiscal.
- Ten un logotipo acorde con la imagen que quieras dar; tradicional, innovadora, joven, profesional, ecológico, etc.
- Cuida los colores de la empresa, el logo, tarjetas de visita, papelería, documentos, etc., deben ir en línea con el mensaje que quieres dar.
- Cuenta con un eslogan que diga mucho de la empresa, que capte la atención y que vaya directo al motivo, por el que el consumidor va a elegirlo frente a otros que ofrecen cosas similares o iguales.
- Ten un trato exquisito, siempre que ese sea el mensaje que queramos transmitir con un trato personalizado y directo. Pero sobre todo ten un trato impecable con la plantilla y colaboradores de la empresa, porque serán los mejores embajadores del producto y servicio y los que más se relacionan con el resto de clientes potenciales.
- Cuida tu web y presencia en redes sociales.
- El local donde se ejerce la actividad también es importante. El tipo de local, colores del mismo, estilo del edificio, etc., condiciona la imagen. No se trata de pensar que siempre es mejor realizar las actividades en un local propio, sino que hay muchas alternativas, como viveros de empresas, espacios de coworking, etc. Cualquiera de ellos es válido, pero el espacio debe ser acorde con la imagen general de empresa que queremos transmitir.